domingo, 14 de abril de 2013

¡¡¡Por la III República!!!









Qué mejor momento para retomar la escritura del blog que aquel en que se conmemora la proclamación de la II República Española, y tanto ansiamos muchos la llegada de la III.



En estos tiempos de crisis, no sólo económica, también política y de valores, se impone una profunda regeneración de nuestra sociedad. Son muchas las urgencias y es difícil priorizar, pero qué duda cabe que el modelo de estado debe redefinirse sin más dilación. Afortunadamente, la monarquía ha puesto al descubierto todas sus miserias, allanando el camino del cambio.



Decía hace unos meses el actual rey, según informó la agencia Reuters en el seguimiento de un viaje oficial a la India, que "desde fuera, España se ve mejor, sales más contento de la imagen de España; dentro, dan ganas de llorar, todo son penas… ". No lo han sido desde luego para él ni su “realmente” extensa familia, empezando por sus mayores, que tan suculentas herencias le dejaron, en confortables cuentas suizas claro, así como toda la corte de amigotes y amigotas que pululan alrededor. El espectáculo que ofrecen sí que da ganas de llorar, de vergüenza ajena. No hay más que ver los compañeros de cacerías del monarca o las queridas que se le atribuyen. Qué decir de los yernísimos que no se haya dicho hasta la saciedad. A las hijas siempre se las distinguió como la tonta y la lista, pero al final parece que ésta lo ha sido de más. O qué decir del heredero, que lo es gracias a una ley machista, aunque ahora quiera que se derogue para que no se vean perjudicadas sus hijas; él no ha tenido problemas de hipoteca ni miedo al desahucio, que para eso le hicieron un palacio junto a la Zarzuela (aunque la cosa es más de opereta bufa) a cuenta de todos nosotros. Y si no su señora,  la expresentadora del “urdázidiario”, la que en su primer divorcio (de momento) se desprendió también de ideas republicanas y laicas, y ha abrazado ardientemente al tiempo la fe monárquica, religiosa y plástico-quirúrgica.

Más allá de la infinidad de consideraciones racionales, éticas o históricas que pudiéramos hacer contra la monarquía, me basta una de carácter práctico: este dispendio no nos lo podemos permitir, en este sentido sí que hay que decir que hemos tenido familia real por encima de nuestras posibilidades. Un presidente republicano supondrá en todo caso una residencia oficial y un sueldo, amén de estar a gastos pagados, tanto o menos que muchos de los políticos que padecemos.

A veces se ha dicho (yo lo he dicho, desde luego) que para tener, pongamos por caso, a un Aznar de presidente de la República, más valía seguir con el Borbón. Esos lujos ya no están a nuestro alcance, vótese y traguemos con el que nos toque, que ya habrá oportunidad de cambiarlo.

Hoy hemos conmemorado el día unos cuantos republicanos en Tarazona de la Mancha. Se rendía homenaje a Charles Cowie, brigadista internacional canadiense cuyas cenizas reposan a los pies del llamado Olivo de la Memoria, en un parque de Tarazona. Cuando se convocó el evento a través de las redes sociales ya comenté que muchos estaríamos allí “por Charles Cowie y por la República… a pesar del tremendo sinsentido de que la izquierda en Tarazona solo sea capaz de ponerse de acuerdo para esto, mientras permite que haya un alcalde de derechas con un apoyo minoritario de los ciudadanos”. Quiero reiterarme en lo dicho, la regeneración que creo necesitamos implica que superemos las barreras que siguen separándonos a quienes en definitiva “vamos en el mismo barco”. Si somos capaces de ponernos de acuerdo con respecto al pasado, mucho más hemos de esforzarnos por superar este presente tan difícil y recuperar el rumbo al futuro que han querido robarnos.

Salud… y República.

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