Hoy he puesto fin a mi
colaboración con El Pueblo de Albacete. Han sido casi 11 meses de publicación
semanal de una columna que lamentablemente han ido a terminar en un oscuro episodio
de censura.
Cuando a media mañana de
antesdeayer me llegaron noticias de que el enlace que yo había colocado en las
redes sociales, como todos los miércoles, llevaba a una página vacía, intenté
aclarar la situación. Las explicaciones iniciales sobre un problema técnico,
por una “caída del servidor” me parecieron más que dudosas, ya que el resto de
la web del diario funcionaba perfectamente. Lógicamente este planteamiento era
insostenible cuando pasados 2 días el artículo no aparecía, y finalmente desde
la redacción del diario me han confirmado que fue retirado “a petición de los
accionistas”, porque consideraron que su contenido era “irrespetuoso” con la
presidenta regional.
Como puede comprobarse en el
texto disponible en este blog, en ningún momento se formula la más mínima
ofensa, haciendo solo una recapitulación de noticias aparecidas en la prensa,
todas adecuadamente citadas. Si lo que molestó es el título del artículo, como
bien señalaba, recogía simplemente un apelativo de uso común entre la ciudadanía.
Es más, estoy convencido de que he sido mucho más incisivo en artículos
previos, y este estaría probablemente entre los que podríamos llamar de “continuidad”.
No me cabe duda de que en ciertos sectores existía una animosidad previa y esta
ha sido “la gota que ha colmado el vaso”. Me gustaría saber cuánto puede haber
tenido que ver el artículo de la semana anterior, en el que hacía un
llamamiento directo al presidente de la diputación, al que además envié un
enlace al artículo a través de la página de consultas ciudadanas de su web
institucional, y que no ha contestado.
En cualquier caso mucho
estaba durando una columna tan alejada de la línea editorial de El Pueblo de
Albacete. Ya señalé en el artículo del 7 de noviembre que uno de los aspectos
que más valoraba era su sección de opinión, argumentando que “podrá ponerse en
cuestión la mayor o menor calidad de los firmantes, pero lo que es indiscutible
es que recoge un amplio espectro de puntos de vista, de forma que la pluralidad
es sin duda uno de sus activos más importantes”. Hoy tengo que decir que todo
esto ha quedado empañado por una acción tan injustificable como es la censura. Habría
comprendido que decidieran prescindir de mis colaboraciones por manifiesta
incompatibilidad ideológica, pero la censura nos devuelve a esos tiempos oscuros
contra los que he centrado mis colaboraciones en todos estos meses.
De todas formas algo muy importante sentía
que había cambiado ya desde que dejó de salir el diario en papel. En ese
momento decidí iniciar este blog, al que quise titular igual que la columna del
periódico (en papel, porque en la web nunca quedó reflejado el título genérico).
Como expliqué en una de mis primeras columnas, el 28 de marzo, en vísperas de
la primera huelga general del 2012, el nombre genérico de la columna quería “ser
un juego lingüístico en el que se conjugan mis aficiones musicales y la alusión
al esfuerzo extra que pueda suponerme esta nueva tarea”. Aquel artículo
terminaba “con un deseo que también se desprende del título genérico de esta
columna”: “con trabajo (eso si, digno, estable, seguro, bien remunerado…)
podremos superar” las muchas dificultades que enfrentamos en estos tiempos. También decía no hace mucho “que no hay semanas para tanto tema que merecería ser tratado en este “sin dios” en que nos ha tocado vivir de un tiempo a esta parte”, para referirme al hecho de que no encontraba hueco en la columna semanal para tratar tantas cuestiones que me interesaba abordar. Escribir la columna semanal ya es un hábito. De momento seguiré haciéndolo en este blog. Hoy es, digamos, un capítulo especial. A partir de aquí intentaré seguir mi rutina de “los miércoles: artículo”.
Termino hoy con el mensaje con que lo hacía en la columna del 19 de diciembre: “Paz en la tierra a las gentes de buena voluntad” (lo que obviamente excluye a Rajoy, Cospedal y sus respectivos gobiernos)”.
Todo esto antes del dia horribilis del PP a raiz del escándalo del Sr. Bárcenas
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